DIVORCIO ¿CÓMO LO HAGO?
- monrealabogados
- 25 may 2022
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El divorcio es algo que está a la orden del día, todos conocemos a alguien que se ha divorciado o se quiere divorciar, pero cuando nos toca dar el paso a nosotros, si ya es un trago suficientemente difícil emocionalmente hablando imaginaros cuando no sabéis a quién acudir.
Por eso hoy venimos a hablaros de las posibilidades del divorcio y como iniciar los trámites.
Para empezar es de obligada mención el hecho de que dos se casan si dos quieren pero dos se divorcian si uno quiere, y decimos esto porque en algunas ocasiones cuando un miembro de la pareja decide dar el paso nos encontramos con que la otra persona le manifiesta:
- No te voy a dar el divorcio.
Debemos dejar claro que el divorcio lo otorga el Juez y basta con que uno de los cónyuges lo solicite, así que mejor dejar atrás ese falso mito de que si no quiero no te lo doy.
Por otro lado, debemos señalar que existen dos tipos de divorcios el contencioso (cuando solo lo pide uno) y el mutuo acuerdo (cuando se pide entre los dos), por lo que teniendo en cuenta lo dicho con anterioridad es mucho mejor llegar a un acuerdo con la persona a la que has querido tanto por rapidez y por economía.
El divorcio contencioso es cuando uno de los cónyuges no está de acuerdo en divorciarse, lo cual como hemos dicho tiene un recorrido muy corto porque el juez le oirá, pero nada más allá de eso para posteriormente acordar el divorcio.
Y por otro lado, el divorcio de mutuo acuerdo o de uno con consentimiento del otro, en ambos casos se puede elegir a un abogado de confianza que asesore a los dos cónyuges o un abogado que represente a cada uno porque así se sientan más cómodos.
Lo que debemos dejar claro es que el divorcio es la disolución del vínculo matrimonial, las consecuencias que ello traiga deberán regularse si es de mutuo acuerdo en un convenio regulador y posteriormente en caso de que existan bienes comunes la liquidación de la sociedad de gananciales en caso de que ese sea el régimen matrimonial.
En Andalucía, por ejemplo, salvo que se especifique claramente en capitulaciones matrimoniales, el régimen que rige al matrimonio es el de gananciales, implicando que todo lo que se adquiera durante el matrimonio es de ambos cónyuges.





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